“Proletarios de
todos los países, uníos”
El MANIFIESTO fue
el inicio de una gran labor histórica que sentó bases para el desarrollo del
movimiento comunista internacional, primero reunidos en una Liga de Comunistas,
posteriormente en la Asociación Internacional de Trabajadores, que conformaría
la Primera Internacional de Trabajadores guiados con la perspectiva de Carlos
Marx de organizar a los obreros en un solo partido internacional. Para lo cual, los obreros deberían proclamar
sus fines e intereses ante la sociedad divida en clases sociales: proletarios y
burgueses, como las clases representativas de la sociedad capitalista. Es en 1847
producto del Congreso celebrado en Londres que se les encargó la tarea
ideológica a Carlos Marx y Federico
Engels de elaborar el MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA. Siendo un documento
histórico como lo manifestaran Carlos Marx y F. Engels, del cual no tenemos
derecho a modificar salvo algunos ideas complementarias que sucedieron
posteriormente de su publicación en 1848.
Habiendo con
ello, desde la denominación de comunistas, realizado la diferenciación sobre
los denominados socialistas, que
inundaban toda Europa, quienes en esencia desvirtuaban lo aportado por la Asociación
Internacional de Trabajadores y por Carlos Marx. Es así que F. Engels en el Prefacio
del MANIFIESTO en 1890 expresa que: “ se
comprendía con el nombre de socialista a dos sistemas utópicos, particularmente
los owenistas en Inglaterra y los Fourieristas en Francia, que no era ya
simples sectas en proceso de extinción paulatina. De otro lado, los más
diversos curanderos sociales que aspiraban
a suprimir, con sus variadas panaceas y emplastos de toda suerte, las
lacras sociales sin dañar en el más mínimo al capital ni a las ganancias. En ambos
casos, gentes que se hallaban fuera del movimiento obrero y que buscaba apoyo más
bien de las clases “instruídas”. En cambio, la parte de los obreros que
convencida de la insuficiencia de las revoluciones meramente políticas, exigía
una trasformación radical de la
sociedad, se llamaba entonces comunista… El socialismo representaba en 1847 un movimiento burgués;
el comunismo, un movimiento obrero.”
¿Que contiene el
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA? Ahí está expuesto el programa y lineamiento científico
del socialismo, esbozando con claridad y precisión la aparición de la clase
proletaria y los comunistas, como vanguardia avanzada del proletariado, así
como la lucha contra desviaciones del socialismo científico y la posición del
Partido Comunista frente a los demás partidos, dejando claro el papel histórico
de la clase obrera como clase nueva de la sociedad y la encargada de
revolucionar los medios de producción poniéndolos al servicio colectivo, destruyendo
la propiedad privada que genera el capital.
Nos plantea que los
proletariados no tenemos nada que perder salvo nuestras cadenas, pero sí un
mundo por ganar. Uniéndonos a un solo llamado de ¡PROLETARIOS DE TODO EL MUNDO, UNÍOS!
Hoy a 168 años
de aparición del MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA conmemoramos lo ahí escrito: “un fantasma recorre Europa: es el fantasma
del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa
cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los
radicales franceses y los polizontes alemanes….” Ya para 1847 el comunismo era una fuerza y estaba
propagado por toda Europa y posteriormente como avance de la revolución
proletaria mundial se experimentó en la construcción de dos grandes
revoluciones dirigidas por el Partido Comunista de Rusia y de China. Experiencias
que nos dejaron grandes lecciones. Como lo dijera Carlos Marx: que los
burgueses tiemblan ante una revolución proletaria, ellos tienen miedo, se
aterrorizan cuando escuchan hablar de REVOLUCIÓN PROLETARIA, por ello, es que
se abocan a atacar y buscan enterrar en el olvido mediante sus plumíferos a
sueldo lo sentado por Marx en el MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA: la historia de todas las sociedades hasta
nuestros días es la historia de lucha de clases. Hombres libres y esclavos,
patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra:
opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante,
velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la
trasformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases
en pugna.
Quedando claro
que diariamente la clase burguesa de mil maneras pretende negar la lucha de
clases como motor de desarrollo de la historia. Es por ello que a 168 años de
aparición del MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA lo reivindicamos como un hito
histórico de aparición de la clase obrera en la construcción de una sociedad de armonía y libertad.
Clemente