El Estado ya
anunció que el sector minero impulsará el PBI en estos dos próximos años debido
a la desaceleración de nuestra economía, para eso impulsará los proyectos que
se encuentran en etapa operativa como: Constancia (Cusco), Antamina (Ancash), Toromocho
(Junín), la ampliación de Cerro Verde (Arequipa) y Las Bambas (Apurímac).
Destaca la mina Las
Bambas en Apurímac, cuya explotación empezó el 2015, apuntando a extraer
450,000 toneladas métricas de cobre fino por año, mineral que está siendo
explotado por la empresa estatal china MMG Limited en medio del rechazo de 47
comunidades en donde existen alrededor de 40 mil habitantes. Lo que ha generado
5 muertos y más de 120 detenidos, muchos de ellos no hablan español. Esto se ha
realizado con la aprobación del Estado peruano que viene colocando a las fuerzas
policiales y la justicia al servicio de las empresas mineras. Ante lo cual, los
comuneros han denunciado que: "Actualmente
existen dos comuneros quechua hablantes encarcelados a quienes les han sembrado
dinamita y armas." Así se muestra el
claro interés del Estado de viabilizar el proyecto minero a favor de los
grandes capitales y de esta manera sirva a la tercera parte del PBI de este
año. Sin importarles la vida ni la salud de los comuneros que son los dueños históricos
de esas tierras, buscando el Estado arrebatárselas sin respetar ningún derecho
internacional ni legislación nacional, más bien poniéndolos al servicio de los
grandes capitales.
¿Qué ha hecho el
Estado peruano y sus gobiernos de turno por Apurímac? Si Apurímac es la tercera
región más pobre del Perú pese a ser una región rica en cobre que tiene más de
40 proyectos mineros en vías de desarrollo, siendo la que lideró hace siete
años el crecimiento del PBI minero en un 69%. Al respecto la revista SEMANA
ECONÓMICA menciona que: podría
convertirse en el “nuevo Cajamarca”, pero cuprífero (SE 1200).
¿Qué beneficio ha
traído para el pueblo y sus comunidades? Podríamos decir que nada. Tan solo ha
venido generando mayor deterioro y desaparición de la agricultura y ganadería
en beneficio de los grandes capitales despojando a muchas comunidades de sus lugares
de residencia como el caso de los YANAWARA
que denuncian la compra de sus tierras por el valor de S/. 0.30 el metro
cuadrado, donde las mineras aprueban documentos para la explotación de esas
tierras compradas con solo las firmas de personas ancianas y menores de edad. Es
decir, explotan nuestros recursos naturales estafando, matando y encarcelado a
los comuneros. Todo con el objetivo de extraer el cobre para llevarlo al
extranjero arruinando la agricultura y ganadería, manteniéndonos en la pobreza
a pesar de que somos quienes tenemos el oro y el cobre.
El pueblo de
Apurímac es explotado, existiendo el ejército de reserva, de desempleados, en
las calles, quienes venden su fuerza de trabajo de manera temporal por un pago mínimo
que solo garantice su subsistencia y la de su familia, viéndose que muchos
campesinos tienen que migrar a las ciudades para conseguir un empleo. Un grupo de obreros
desempleados que se encuentran esperando en la calle por un trabajo desde las 6am nos comentan: "Nos contratan por día, pero no son todos los días, y cuando no hay, no
hay pues. Acá hay obras bastante pero no hay trabajo. Además, el trabajo es de
más de 8 horas, desde las 7am hasta las 6pm. Por mucha explotación pasan
accidentes, y eso no reconocen, solo los días trabajados te pagan, y eso es
todo."
A esto nos
condena los planes de los grandes capitales en las regiones que explotan
nuestro recursos naturales y nos sacan de nuestras tierras para luego llevarse
nuestras riquezas dejando a las comunidades sin derecho a la vida ni desarrollo,
todo con el aval del Estado capitalista. Por lo cual, hoy el pueblo yanawara viene defendiendo su derecho a la libre
autodeterminación enfrentando una lucha legal y la represión de los agentes de
las mineras que son representados por el Estado explotador que defiende su
sistema capitalista. Así como en Cajamarca y Arequipa, el pueblo de Apurímac
tiene que sumarse a la lucha contra los grandes capitales que pretenden
destruir nuestros recursos naturales condenando a la
comunidad a la pobreza y exclusión.
Clemente
Lima, 31 de marzo de 2016