El último jueves 30 de octubre en la ciudad de Cajamarca fue asesinado por la policía el padre de 7 hijos, Fidel Flores Vásquez, en una operación de desalojo de su vivienda que había sido ordenada por una jueza de turno.
¿Por qué asesinar a un padre de familia? ¿Por defender su derecho a la vivienda, a la vida y el de su numerosa familia?
Hechos recurrentes como éstos, nos muestran la verdadera naturaleza del Estado, que es capaz de asesinar al
pueblo que defiende sus medios de subsistencia, que lucha por la vida. Es
un Estado que reprime violentamente y asesina para defender el injusto orden establecido, la
propiedad privada capitalista y los intereses de las clases opresoras.
Mientras para el pueblo se le destina a la pobreza, opresión, balas y muerte. ¿Democracia?
¿Derechos humanos? No hay democracia ni derechos humanos para los
oprimidos. Eso se encargan de demostrarnos las fuerzas armadas,
mercenarios que son entrenados para asesinar al pueblo. Para eso los políticos burgueses han promulgado la Ley 31051 que da a las fuerzas armadas licencia para matar al pueblo con total impunidad.
Rechazamos este asesinato que es parte de la política anti-pueblo y de criminalización de la protesta del pueblo que defende sus derechos y lucha por conquistar nuevos derechos.
El Estado ha venido privatizando las empresas públicas y eliminando nuestros derechos a la Salud, Educación, Trabajo, Estabilidad Laboral, Libertad Sindical, Agua, propiedad de la Tierra, soberanía de Recursos Naturales, etc.
Sus actuales reformas no son implantadas por la voluntad de los gobernantes de turno, sino que son parte de una política de Estado impuestas desde organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, entre otros. Que, en realidad, tienen por finalidad garantizar las ganancias de las empresas transnacionales y la gran burguesía, a costa de una mayor explotación de los trabajadores y con bajos salarios. Para lo cual, han venido acomodando la legislación del país, teniendo a su servicio a los diversos sectores de la burguesía, que han dado la espalda a las demandas de los sectores populares de la sociedad. Tanto las llamadas derecha e izquierda burguesas han negociado una alianza con el gran capital para defender las reformas, la meritocracia, la competitividad, el libre mercado, el ingreso del capital privado al sector público, el lucro del gran capital, etc. Renunciando, efectivamente, a la defensa y conquista de nuevos derechos para las grandes mayorías, justificando las políticas antipopulares del Estado. Lo han hecho para mantener sus privilegios y cargos -actuales y futuros- en el Estado y las ONGs financiadas por las grandes potencias imperialistas y asesoradas por sus servicios de inteligencia.
En el sector salud, se han impuesto las Alianzas Público Privadas (APP) para que ingrese el capital privado a administrar los centros de salud, bajo el pretexto de que elevará la calidad de la atención. Pero, en realidad, ocasionará un incremento de tarifas de los servicios médicos y precios de las medicinas, buscando que los consorcios privados logren enormes ganancias a costa del bolsillo del pueblo. Para eso, se ha empezado a privatizar los grandes hospitales, entregándoselos a esos grandes consorcios internacionales. Además, las APP no garantizarán que se atiendan las reivindicaciones de los trabajadores y sindicatos, que vienen rechazando la Ley del Servicio Civil por eliminar derechos ya conquistados, para continuar con los despidos masivos y la desarticulación de la organización sindical. Igualmente, rechazan la Reforma de Salud porque hace del derecho a la salud una mercancía, niega a los trabajadores un salario que cubra el creciente costo de vida, y precariza más su inestabilidad laboral obstaculizando el nombramiento de todos los trabajadores bajo cualquier modalidad de contrato.
Por eso, es necesaria la mayor unidad de la clase trabajadora y del pueblo en su conjunto, en defensa del derecho a acceder universal y gratuitamente a la salud pues es obligación del Estado el garantizarlo. Igualmente, en defensa de la organización popular y del sindicato de clase como único camino para desarrollar una lucha consecuente para conquista más derechos para el pueblo.
Saludamos la tenaz lucha de nuestro pueblo frente a la arremetida del Estado con su política neoliberal, sus reformas privatistas y conculcadoras de derechos fundamentales del pueblo, en favor de los intereses del gran capital. Es un Estado al servicio del imperialismo norteamericano, que aplica una política anti-popular y criminalizadora contra todo aquel que se oponga a sus planes económicos.
Con el pretexto de que "la gestión pública no es eficiente, genera poca productividad, desabastecimiento del agua y mala atención a los usuarios", el Estado pretende imponer las Asociaciones Público Privadas (APP) y la privatización de recursos naturales, empresas estratégicas, hospitales, colegios públicos, etc. Pero ¿acaso la gestión pública no es responsabilidad del Estado? Entonces, quien ha fracasado es el Estado burgués. Y ¿no ha sido el Estado el que ha abandonado e incluso destruido al sector público para beneficiar al sector privado? Pues sí, este Estado no defiende los intereses del pueblo, sino que administra las riquezas del pueblo en favor de los intereses de la gran burguesía, favoreciendo una mayor acumulación de capital en pocas manos, arrebatándole al pueblo los medios de producción y exprimiendo cada vez más a la clase obrera. Generando una mayor plusvalía y una enorme corrupción junto a enormes sueldos de los funcionarios del Estado, en contraste a los salarios de hambre de la clase trabajadora, a pesar del constante incremento del costo de vida.
Entonces, ¿qué significan las APP? Entregar al lucro del capital privado la infraestructura pública y los usuarios como sus clientes para que obtengan enormes ganancias a costa del pueblo, pues incrementarán más las tarifas de agua, luz, alimentos, medicinas, consultas médicas, pensiones escolares, etc., tal como viene ocurriendo en el sector privado. Ocasionando la inaccesibilidad de las clases populares a sus propios derechos, cuando es obligación del Estado garantizar su acceso gratuito y universal.
Por estos motivos, rechazamos la privatización del agua, tierras, educación, salud, empresas estratégicas, y demás recursos naturales y derechos fundamentales y laborales del pueblo trabajador; así también rechazamos la persecución inquisitorial del Estado y la reacción. Reiteramos nuestra solidaridad con las heroicas luchas de nuestro pueblo a nivel nacional en el campo y la ciudad, como único camino para transformar esta sociedad, en donde imponen sus intereses las clases dominantes y dueños del capital a través de la explotación y opresión del pueblo.
¡VIVA LAS HEROICAS LUCHAS DEL PUEBLO EN CAMPO Y CIUDAD!
¡ABAJO LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA POPULAR! ¡ABAJO LA PRIVATIZACIÓN DE RECURSOS Y DERECHOS DEL PUEBLO!
En pleno año 2014, a pesar de las promesas electorales y la acumulación de riquezas en favor de la burguesía, las condiciones de pobreza y precariedad laboral se mantienen presentes para las grandes mayorías, afectando la situación de millones de niños y niñas, condenándolos a trabajar en las calles, negándoles los derechos que las leyes burguesas dicen salvaguardar. Esta situación se explica por la explotación de la fuerza de trabajo que acumula únicamente riquezas en las manos de las clases opresas y tienen en el Estado al defensor de sus intereses económicos. Y esa acumulación de riquezas es a costa de exprimir al máximo a la clase trabajadora para extraerle la mayor cantidad de plusvalía, proceso que implica negarle el disfrute de una vida verdaderamente humana, condenándolos a la esclavitud asalariada. A lo largo del país, en campo y ciudad, la realidad del pueblo contraste con la falsa imagen que venden los medios de alienación y los intelectuales burgueses que quieren ocultar que la causa verdadera de los problemas del pueblo están en el mismo sistema económicom por lo cual, no se arreglarán con sus reformas ni su cico electoral que usan para saquear las riquezas del pueblo trabajador, traficando con las esperanzas del pueblo de transformar la sociedad y vivir en un mundo mejor.
